El uso de los vehículos aéreos no tripulados en la industria de la agricultura ha significado una optimización de los procesos para cuidar y monitorear las plantas y la tierra
La agricultura es una de las industrias más importantes en la vida del ser humano, ya que de ella depende una alimentación que provea con recursos suficientes para todos los habitantes y que además no cause enfermedades. Además, es una actividad económica que provee millones de empleos alrededor del globo y genera divisas a través de las importaciones y exportaciones de los productos entre mercados diversos.
Debido a su importancia, esta industria siempre ha presentado un desafío para quienes trabajan en ella, ya que hay que cuidar de plantaciones que cubren varias hectáreas, las que requieren de monitoreo constante debido a la amenaza de las plagas y enfermedades que pueden afectarlas. Y no solo eso, ya que ahora se debe considerar en la ecuación el cambio climático y la necesidad de que toda producción sea sustentable para no agotar los recursos naturales.
Ante estos nuevos retos, surge el drone como una opción que permite realizar tareas como la fumigación, detección de plagas, mapeo de campos, aplicación de plaguicidas, entre varias otras. Debido a las características de los vehículos aéreos no tripulados (VANT), estos se traducen en rapidez, eficacia, ahorro y precisión en la industria de la agricultura.
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